¿Cuál es la diferencia entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2?
La diabetes es una enfermedad de larga duración que altera los modos en que el cuerpo utiliza la mayor fuente de energía, es decir, la glucosa. El resultado de estas alteraciones es que la glucosa permanece dentro de la sangre y no es utilizada por las células del cuerpo como energía. Debido a esto, los niveles de glucosa dentro de la sangre permanecen demasiado altos, iniciando efectos deseables a varios órganos del cuerpo. Las formas de alteración del metabolismo de la glucosa varían según el tipo de diabetes.
CLASIFICACIÓN
La diabetes se clasifica principalmente en función del defecto principal. O bien el organismo no puede producir suficiente insulina para reducir el exceso de glucosa en la sangre, o bien se pierde el efecto de la insulina en las células del organismo a pesar de los niveles normales de insulina.
DIABETES TIPO 1
En este tipo de diabetes, el organismo pierde la capacidad de formar suficiente insulina. La insulina es una h
ormona segregada por el páncreas que actúa sobre los músculos, el hígado y la grasa para recoger/utilizar la glucosa presente en la sangre de modo que se mantengan los niveles normales de glucosa en la sangre. Este tipo de diabetes se da en varios estados de enfermedad y suele aparecer a una edad temprana (sobre todo antes de los 30 años).
En este tipo, el sistema inmunitario del cuerpo se vuelve hiperactivo y empieza a destruir las células pancreáticas que producen la insulina. Estas enfermedades se denominan enfermedades autoinmunes, por ejemplo, trastornos tiroideos autoinmunes, enfermedad celíaca y gastritis autoinmune.
La enfermedad no afecta a la sensibilidad a la insulina de las células, sino que afecta a la cantidad de insulina necesaria para controlar el aumento excesivo de los niveles de glucosa después de que la persona tome cualquier comida con alto contenido calórico. Por lo tanto, la sensibilidad a la insulina sigue siendo alta, pero sus niveles son bajos. Los signos y síntomas clásicos de más hambre, sed, micción y pérdida de peso se dan con más frecuencia en este tipo de diabetes.
La emergencia hiperglucémica clásica incluye la cetoacidosis diabética, que es un trastorno complejo que provoca un pH sanguíneo bajo, niveles elevados de cetonas en sangre y orina, deshidratación grave, náuseas, vómitos, calambres abdominales y cambios de humor. También puede causar problemas de conducción cardíaca potencialmente mortales debido al agotamiento del potasio.
El único tratamiento para este tipo de diabetes es compensar el déficit de insulina. Existen varias formas de insulina en el mercado, clasificadas según su duración de acción. Se trata de insulina de acción rápida, de corta duración, de acción intermedia y de larga duración. La insulina se administra principalmente por vía subcutánea, aunque también se aplican inyecciones intravenosas en caso de emergencia hiperglucémica.
DIABETES TIPO 2
Este tipo de diabetes tiene una etiología diferente a la del tipo 1. Se produce debido a la resistencia a la insulina en los órganos insulinodependientes. No se produce el transporte de glucosa dependiente de la insulina, lo que hace que los niveles de glucosa en sangre se mantengan elevados incluso en estado de ayuno. La resistencia a la insulina se produce clásicamente en la obesidad. Así, la obesidad es un factor de riesgo importante sólo en la diabetes de tipo 2.
Este tipo de diabetes se da en edades avanzadas (después de los 40 años). La predisposición genética en este tipo es relativamente más fuerte que en el tipo 1. Debido a múltiples fenómenos, la edad avanzada con obesidad conduce progresivamente al desarrollo de resistencia a la insulina en los órganos. El cuerpo piensa que el páncreas no segrega suficiente insulina. Así que empieza a producir insulina en exceso y el nivel de insulina en la sangre aumenta en las etapas iniciales. Pero, como no hay efecto de la insulina, la sobrecarga de las células pancreáticas acaba provocando el fallo de las células beta. En consecuencia, los niveles de insulina descienden en las fases posteriores.
La sensibilidad a la insulina en este tipo de diabetes es baja. Además, este tipo de diabetes deteriora lentamente todos los procesos metabólicos de forma silenciosa, ya que los síntomas clásicos de aumento del hambre, la sed y la micción son poco frecuentes.
La emergencia hiperglucémica en este tipo de diabetes incluye el estado hiperosmolar-hiperglucémico que se manifiesta por niveles de glucosa en sangre >600mg/dL, deshidratación masiva, aumento de la sed y la micción, convulsiones y, finalmente, coma. En este estado no hay acidosis.
Como el defecto primario es la disminución de la sensibilidad a la insulina, la administración de insulina como tratamiento no aportará ningún beneficio importante. El tratamiento principal tiene como objetivo reducir los niveles de glucosa en sangre aumentando la sensibilidad a la insulina. Puede lograrse mediante el ejercicio, los fármacos que reducen o eliminan la glucosa en sangre y los fármacos que sensibilizan a la insulina.
Diabetes de tipo 1 | Diabetes de tipo 2 | |
Causa primaria | Disminución de la producción de insulina | Disminución de la sensibilidad a la insulina |
Inicio | Edad joven | La vejez |
Predisposición genética | Poco común | Más común |
Niveles de insulina en la sangre | Bajo | Al principio alto, luego bajo |
Síntomas clásicos de hambre, sed, micción | Común | Poco común |
Estado de emergencia | Diabetes-cetoacidosis | Estado hiperosmolar-hiperglucémico |
Asociación con la obesidad | No | Sí |
Tratamiento primario | Insulina | Cambios en el estilo de vida, fármacos sensibilizadores de la insulina y reductores de la glucosa |